jueves, 24 de septiembre de 2009

La última sorpresa

Sorprendentemente
todavía me sorprende
que no me sorprenda nada.
Es como para creer en la reencarnación,
cosa que no quiero,
pues significaría que soy una edición elevada
y uno siempre quiere ser la primera,
incluso en el ranking de reencarnaciones
-no por valor, por coquetería-
Pero el caso es
que lo único que me sorprende
es el hecho
de que no me sorprende nada.
¡Con el trabajo que me doy
para sorprenderme todo el rato!
¡Qué vida más perra!
Pero es así
día tras día.
¡No hay sorpresas!
Será que no tengo talento
para sorprender...
¡Ni siquiera a mi mismo!

sábado, 19 de septiembre de 2009

Viajar

¿Viajar?
¡Ya no es lo que era!

No te trasladas,
sufriendo incomodidades
-motivo de entrañables anécdotas-
para apreciar los cambios
de país
de paisaje
de paisanaje...

Sino que te transportan,
como al ganado,
a un lugar muy parecido,
si no igual,
del que procedes.
Donde puedes comprar
el producto típico para turistas
que hay en todas partes,
made in China,

o el producto de la franquicia internacional
que encuentras más barato que en casa...
O no.

Pero de eso se trata:
COMPRAR

No tiene otro sentido viajar.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Contra los puritanos de la salud 2

Si te gusta fastidiar, lo tienes fácil:
te pones del lado de los "buenos" y te haces fundamentalista.
Pero siempre olerá peor un pedo que un cigarrillo.
Y si prefiero morir de cáncer a hacer el ridículo con Alzheimer es asunto mío y sólo mío.
La intolerancia es de mala educación.