lunes, 22 de mayo de 2006

Netart

El estado en que se encuentra el netart es parecido al que se encontraba el cine en sus primeros tiempos. Somos como los hermanos Lumière que, admirados con las posibilidades espectaculares de la nueva técnica, sólo eran capaces de decir: "un tren entra en la estación". No es de extrañar, pues, que los intelectuales de la época miraran el nuevo lenguaje por encima del hombro. Ahora ocurre igual, aunque los intelectuales han aprendido la lección y son más "abiertos". Pero eso no quita que estemos al nivel de los Lumière. Todavía falta tiempo para que venga un D.W. Griffith o Chaplin que articulen un lenguaje y digan cosas que sólo puedan ser expresadas con ese nuevo lenguaje. Y estos futuros clásicos lo tienen difícil para aparecer. La tecnología evoluciona de tal manera que es imposible madurar. Acabas de aprender un software y ya ha quedado obsoleto... es como si te pasaras la vida aprendiendo a escribir porque te cambian el alfabeto cada dos minutos!
Por eso creo que estamos condenados a ser como Meliés. Alguien que viene de otro terreno y que adapta la nueva tecnología para seguir haciendo -de otra manera, eso sí- lo mismo que había hecho hasta entonces.

viernes, 19 de mayo de 2006

Confusión (¿con fushion?)



La confusión la relacionamos con las megaciudades que en el mundo hay. Pero yo creo que es patrimonio de las capitales de provincia. Ese híbrido entre el primer y tercer mundo. Esa mezcla del siglo XIX y el XXI sin nada de lo importante que el siglo XX ha aportado.

miércoles, 17 de mayo de 2006

Inicio sin ansias de continuidad

No me gusta ser el eslabón de una cadena.
Tener consciencia de que soy un granito de las arenas del desierto me resulta desagradable.
Quiero estar en medio del escenario iluminado por mil focos.
Saber que eso es una falacia me resulta duro.
Saber que, en el caso de que así fuera, haría el ridículo, me resulta insoportable.
Buscar el aturdimiento para no sentir todo esto está mal visto.
Incluso puede llegar a ser ilegal.
Espero, cuando llegue ese día, no sentir por el metodo natural.
Aunque la simple idea me angustie.

domingo, 14 de mayo de 2006

Fe

Parece como si el ser humano necesitara creer en algo a pies juntillas como necesita el aire para poder vivir.
Ya es discutible esta actitud mientras se mantiene en el terreno religioso: cada cual cree en lo que cree, por el motivo que sea, y sólo hay que legislar el que uno no interfiera en las creencias de otro. Aunque, cuando de cuestiones de fe se trata, sea difícil: tenemos tendencia a creer que "estoy en posesión de la verdad y te quemo en la hoguera para la salvación de tu alma".
Pero actualmente se dan actitudes dogmáticas laicas. Suelen estar relacionadas con la salud y se podrían resumir en: Antes si pecabas te ibas al infierno, ahora si pecas te morirás... ¡Como si llevando una vida impecablemente sana fueras a vivir eternamente... y joven además!
Y este planteamiento aún se puede comprender.
Pero, en el terreno del fundamentalismo laico, se ha subido un peldaño más. En un país supuestamente civilizado como es Holanda se han vuelto integristas del parto natural en casa con, a lo sumo, una comadrona para asistir el parto. O aquí, sin ir más lejos, la presión para que una mujer amamante a su hijo hasta que vaya a la universidad a pesar de la mastitis galopante que sufre bajo pena de pasar a la hitoria por ser una madre de abyección legendaria hace que la figura de la madre abnegada y sufriente se esconda destrás de cualquier ejecutiva recien parida.
¿Qué se ha hecho del sentido común?

sábado, 13 de mayo de 2006

Modo de empleo

Me siento perdido.
Me enseñaron un modo de empleo equivocado.
Como soy listo
deduje que no había modo de empleo,
y busqué manejarme por mi cuenta.
Fracasé.
Ahora sé que hay un modo de empleo.
Si intentara aprenderlo,
el tiempo que invertiría en ello,
es el poco que me queda...
No estoy para perder el tiempo.
Porque, si al fin y al cabo,
estoy perdido,
hace el suficiente tiempo
que me encuentro en este estado,
como para preferir
pasar del modo de empleo
y lanzarme a la aventura.
Sea lo que sea
que se esconde tras esa expresión.