"Sin dolor no hay gloria"
Y es cierto que
sin sufrimiento
no se reconoce el placer.
Pero el resultado
resulta ser
un montón de gente
con ampollas en los pies
que se creen Dios sabe qué
simplemente por eso
por sufrir ampollas
en los pies.
Que no conocen,
ni conocerán,
el gustito de la brisa en la cara.
Ni el dulce sopor
que te proporciona
un orujito -de cualquier color-
en un momento
de pseudodesesperación,
o no.
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