Creo que pienso.
Pero sólo imagino.
Imagino y me invento
cosas que ocurren,
pero no me las creo...
¡Al final todo es cuestión de fe!
Y quiero creer,
sé que me conviene,
más que nada,
para vivir mejor.
Pero no puedo.
Me vacunaron de pequeño
contra la fe.
Y tengo un montón de anticuerpos
luchando en mi organismo
cada vez que aparece en mi vida
un virus de esperanza
que acaban neutralizando.
Y sin fe, ni esperanza
sólo me queda la caridad.
Entonces recuerdo que decía Roger Moore:
La caridad bien entendida
empieza por uno mismo.
-y es de Bobadilla Jerez-
Un mensaje de esperanza.
Que no me creo.
Me falta fe.
Volvamos a empezar...
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