domingo, 24 de enero de 2010

Las virtudes teologales

No pienso.
Creo que pienso.
Pero sólo imagino.

Imagino y me invento
cosas que ocurren,
pero no me las creo...

¡Al final todo es cuestión de fe!

Y quiero creer,
sé que me conviene,
más que nada,
para vivir mejor.
Pero no puedo.
Me vacunaron de pequeño
contra la fe.

Y tengo un montón de anticuerpos
luchando en mi organismo
cada vez que aparece en mi vida
un virus de esperanza
que acaban neutralizando.

Y sin fe, ni esperanza
sólo me queda la caridad.

Entonces recuerdo que decía Roger Moore:
La caridad bien entendida
empieza por uno mismo.
-y es de Bobadilla Jerez-

Un mensaje de esperanza.

Que no me creo.

Me falta fe.

Volvamos a empezar...

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