Nunca he abandonado
la añoranza de otra vida
-¿de cual?-
y noto en mi interior
el desarraigo
y la pérdida
-¿de qué?-
la añoranza de otra vida
-¿de cual?-
y noto en mi interior
el desarraigo
y la pérdida
-¿de qué?-
La realidad se revela inquietante. Tenemos un doble que va con nosotros porque está en nosotros. Huimos de nosotros mismos recurriendo a lo mágico creyendo ascender y esa ascensión nos cansa, nos agota y no nos lleva a ninguna parte.